Interludio
Definitivamente ya no hay nada que hacer. el daño caló hondamente en las entrañas de la memoria y las neuronas no resistieron más. Como último suspiro, y desesperadas ante la situación, decidieron pedir ayuda al corazón. Éste dasarraigado y profundamente enajenado, no fue capaz de dar algún escape. La situación era dramática. ¿Qué hacer?, corrían desesperadas de un lado a otro, gritaban, se interrogaban las unas a las otras, mientras el corazón y sus venas observaban la calamidad. Pero haz algo!!! - le increpaban- lo siento ya es demasiado tarde...
Una mañana despertó con el corazón oprimido y con los pensamientos desgajados, creo que esa fue la peor mañana. todo confabulaba en su contra, las nubes, el viento, las sombras y el tiempo. Estaba atada y el verdugo era ella misma. nadie dijo que esto sería fácil, nadie dudó un segundo en lo que se propondría... pero nadie imaginó el desenlace de su vida.